lunes, 30 de junio de 2008

LAS LARVAS ...

LAS LARVAS DE LA DICTADURA
Coincidiendo con la original frase del Dr. Alberto Borea, al calificar los graves problemas que afronta el gobierno, como las larvas que engendro la dictadura y al no fumigarse a su debido tiempo, están alterando las bases de esta incipiente democracia. No tuvieron el coraje de romper con la forma de gobernar de los sátrapas, amparados en su engranaje legal (“constitución” de 1993), su política económica y la añoranza a su sistemática corrupción, retrazan el desarrollo de los pueblos.
Especialistas en manipular la conciencia de la población y destruir la institucionalidad democrática, no vacilaron en crear instituciones de fachada y normas de pacotilla que en lugar de resolver problemas le genera perjuicios a la población, beneficiando solo a un pequeño grupo de su allegados, peor aun desvirtuaron, los avances que surgía de la ciencia política, como es el de la democracia participativa.
Expidieron la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadano (Ley N° 26300), sin un debido análisis y su confrontación con la realidad. Los derechos supuestamente entregados al pueblo son inocuos y al momento de su ejecución ellos fueron los primeros en incumplirlo, así como sucedió con el frustrado referéndum, que luego de un trabajo ardoroso de la sociedad civil, fue rechazado por sus instituciones títeres o el caso de las iniciativas legislativas, que incluso en este parlamento no son tomados en cuenta y, ni que decir de la remoción de las autoridades y la rendición de cuentas.
Los resultados de la resiente revocatoria (2004), es un caso patético de la malhadada ley, y saltan a la vista sus intrincadas reglas que impiden cumplir con la voluntad del pueblo, traicionado el esfuerzo de los ciudadanos. No estamos en contra de la participación ciudadana, sino en sus despistados procedimientos, que fueron dados para manipular a las autoridades y a la población, observamos algunos artículos:
§ La consulta se lleva adelante en una circunscripción electoral, si el 25% de los electores de una autoridad, con un máximo de 400,000 firmas, presenta la solicitud de la revocación del mandato ante la oficina de procesos electorales correspondiente (artículo 22).
Este requisito es una valla muy alta y el principal obstáculo del proceso de revocatoria de autoridades, permitiéndose su realización solo en distritos con pequeño número de electores. Además, resulta contraproducente, si en las elecciones municipales se proclama alcaldes que no alcanzaron ni el 25% de la votación, como en el distrito de Puños (Huamalies), asumió el cargo con solo el 9% (171 votos) de la votación, incluso habiendo quedando en segundo lugar, ya que el primer lugar lo obtuvo los votos blancos y viciados.
§ La revocatoria se produce con la votación aprobatoria de la mitad más uno de los electores. En caso contrario, la autoridad sobre la cual se consulta la revocatoria, se mantiene en el cargo sin posibilidad de que se admita una nueva petición hasta después de dos años de realizada la consulta (artículo 23).
Es otro despropósito de la desnaturalizada ley, gana el SI (a la revocatoria) en todos los lugares y ningún alcalde deja su cargo. Es que nuestros “especialistas” electorales no advierten que el padrón electoral nunca esta actualizado y sumado a ello el alto porcentaje de ausentismo, hacen que sea imposible revocar al alcalde, tal como sucedió en la resiente revocatoria en el distrito de Chacabamba (Yarowilca), hubo un ausentismo del 45.8% de electores (electores: 1607, votantes: 871), lo que en la practica para revocar al alcalde se requería el 95.8% mas uno de los electores del distrito.
Con estas reglas, la revocatoria es una pantomima y lo único que genera es inestabilidad a las autoridades y el esfuerzo inútil de los promotores, haciéndose imprescindible su derogación o modificación. Para mejorar algunos aspectos de la norma, planteamos algunas sugerencias:
§ Que se vuelva al sistema anterior, en que la elección del alcalde sea por un periodo de 3 años y la asunción al cargo sea con un porcentaje mayor al 20 % de los electores de su circunscripción, con el que se daría mayor respaldo y legitimidad a su gestión.
§ Que se produzca la revocatoria en el segundo año de su gestión, considerando las siguientes modificaciones:
- Que la solicitud de revocatoria sea debidamente fundamentada y presentado con la firma de no menos del 15% de los electores de una circunscripción.
- Que se debe revocar a las autoridades con el 50% más uno de los electores que asistieron el día de sufragio.
§ Que se de una mejor asignación de personal en los entes electorales, porque no es dable que se malgaste tiempo y dinero, enviando personal de las 3 instituciones en distritos con pequeño numero de electores, como el caso del distrito de Abancay (Huamalies), trabajaron 7 personales para controlar 4 mesas de sufragio y pretender revocar un regidor.
Por consiguiente, tenemos que limpiar el lastre dejado por la dictadura, que ahora como larvas salen a carcomer la estructura del régimen democrático, buscando el enfrentamiento de la población con sus autoridades con reglas amañadas para el fraude y la manipulación. Buscando una efectiva participación del pueblo y con reglas claras, ahorraríamos tiempo, dinero y energía, que serian mejor empleadas y canalizadas para solucionar otros problemas que aquejan a la población, como el mejor destino de los 17’440,655 nuevos soles presupuestados en la pasada revocatoria. Les toca a los movimientos cívicos, los partidos políticos y la prensa involucrarse con estos temas, para que con mayor análisis y raciocinio se presenten y aprueban las leyes, sin caer en el facilismo como torpemente ahora, plantean querer revocar hasta a los congresistas.
Isaac Laurencio Boza
Diario AHORA (07/01/05)

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