domingo, 26 de noviembre de 2023

FUNDACIÓN DEL DISTRITO DE JESÚS

416° ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN ESPAÑOLA DEL DISTRITO DE JESÚS (*)

Fundación

El “Dulce nombre de Jesús”, es nombre impuesto por los españoles al fundar el pueblo en 1572. En documentos antiguos se lee: “JESÚS DE ÑUCÓN O NUCÓN”. Pues el pequeño valle sobre el que descansa era conocido por los indios inmemorialmente como ñucón o nucón, que en quechua del Cuzco, quiere decir: CEREBRO. Pudiera haber sido el centro o cerebro de los pueblos de las tribus Huamalíes, sus primeros pobladores.

En la relación del Virrey Enríquez, figura como pueblo del “Dulce nombre de Jesús” del repartimiento de Huamalíes o Huamalí-Huánuco, encomendado a doña Juana de Castañeda. Conforme a este y otros documentos oficiales, era la cabeza del corregimiento de Huamalíes. Cuando el Arzobispo Mogrovejo lo visitó en 1586 y 1593, la doctrina del nombre de Jesús era Parroquia Mercedaria, atendida por Fray Andrés Vela, con sus anexos: Espíritu Santo de Margos, San Francisco de Huarín, San Juan de Choras y Cauri. El cura Gutiérrez de Castro en su relación de ayllus, escribe: Pueblo de Ñucón del Dulce Nombre de Jesús, ayllu CARHUAN, cacique don Juan Collatoc. Fray Vásquez de Espinoza 1614, al dar la nómina de los repartimientos de Huamalíes, dice: “Huamalíes de Ñucón”. El Dr. Cosme Bueno anota, “Curato de Jesús con cuatro pueblos anexos: Jivia, Huarin, Choras y Yacus”. (Descripción del arzobispo de Lima). En los mapas de la intendencia de Tarma trazada en 1798, por Fray Vásquez de Sobreviela, verbigracia, aparece JESUS, como hoy se le nombra.

La fundación del Pueblo de Jesús (hoy ciudad) se remonta a muchas centenas de años atrás, cuando el intrépido conquistador capitán JUAN DE FUENTES al mando de sus huestes, trazara cual tablero de ajedrez en el hermoso valle de Ñucón, un 2 de Enero de 1572, la fundación de un nuevo pueblo cuyo nombre fué: “EL DULCE NOMBRE ÑUCÓN DE JESÚS”.

La ciudad de Jesús que fue visitada por Santo Toribio en 1593 y por el Libertador son Simón Bolívar y Antonio de Sucre en 1824. Fue cabeza de Vicaría y de Parroquia desde principios de la colonia hasta que muerto el último cura propio Dr. Francisco Chamorro en 1891 se retaceó la parroquia y se olvidó conservarle su categoría vicarial.

Dice la leyenda que al llegar los españoles al valle de Jesús, donde hoy se asienta la ciudad de Jesús, entonces compuesta por campos de sembradura y en parte por un pantano cubierto por el Ututs (Junco) y otras plantas lacustres, al que había dado origen al desagüe en los puquios (fuentes) de Ñucón que manan de PAJTSA CATAC, terrazo ubicado al oeste del valle. Que luego convocarán a reunión a los pueblos comarcanos de: QUENAJ, SHAYA, HUAPACHACUN, ALACA, TSICYA, CHICHICOCHA y otros pueblos cuyas ruinas se levantan en las cumbres de uno y otro lado del curso del rio lauricocha, olvidándose de llamar al pueblo de Raucha nobstante de estar a corta distancia del valle. En días sucesivos fuero presentándose representantes de aquellos pueblos, personificados en animales. En primer lugar, se presentó QUENAJ, personificados en dos sapos, superpuestos en actitud deshonesta por la que fueron rechazados y arrojados a la pampa de tintin, donde quedaron convertidos en burda estatua de piedra, que hasta la fecha se conserva. Quenaj envío luego un anca (gavilán) le fue aceptada. Después vino HUAPACHACUN representado por un Alccay (dominico). En seguida se presentaron SHAYA y ALACA representados por un yuquish (zorzal). CCARHUAN mando a un atoj (zorro) y no dice la leyenda que representantes mandaron los demás pueblos. Resentido RAUCHA por no haber sido llamado mandó a su representante el jirish (picaflor) al pueblo de Cauri cancha y al pasar por TSCYA una pastorcita la vio pararse a una de las ramas y admirada por sus lindos colores lo aprisionó entre sus manos. El bello pájaro tras forcejearse inútilmente para liberarse, hablo a la pastora lo acontecido en la comarca. Admirada la pastorcita de las palabras del pajarillo le dio la libertad. El pajarillo siguió su rumbo hasta el actual pueblo de Cauri, en la que se transformó en Espíritu Santo y se encuentra en el altar mayor de la iglesia principal como patrono del pueblo. Aceptado los representantes de los pueblos, vinieron los yaya runas (ancianos y principales) y a la usanza tradicional, para acordar lo conveniente, se pusieron a chackchar, pidiéndole a la gran consejera que con su amargor o su dulzura les dijera lo que debían hacer.

Estando los indios en tal ocupación, en medio de la concurrencia se oyó en medio del pantano próximo, el lamento de un niño de pecho. A orden de los conquistadores varios de los concurrentes fueron a ver que niño era aquel que lloraba, y en el centro del pantano en un pequeño tishco (islote) sobre un lecho aderezado de hojas y plantas encontraron la desnuda y celebrada imagen o escultura de un niño blanco recién nacido. Los conquistadores dijeron que era el niño Dios que se presentaba en esa forma prodigiosa para que los indios viera el amor que les tenía. Admirado los indios frente al prodigioso hallazgo, no supieron otra cosa que aceptar las ordenes de los conquistadores, para que en dicho lugar se fundara un nuevo pueblo al que deberían trasladarse los habitantes de todos los pueblos convocados. Los conquistadores decidieron que el sitio donde fue encontrado la imagen del niño, se levantara el templo del nuevo pueblo, desecando el pantano. A cada pueblo convocado se le señale una zona determinada, tomando como centro el sitio designado para templo. Y al recorrer el terreno con este objeto, llegando a la terraza Pajtsa Catac los indios vieron admirados un nuevo prodigio en las nacientes del puquio (fuente) bajo un boscaje de quinuales, encontraron la estatua e imagen de otro niño como de cinco años de edad, que los españoles identificaron como la imagen del niño JESÚS. Imagen que fué trasladada junto a la otra imagen hallada en el pantano. En días sucesivos se procedió a construir la capilla o templo. Frente a estos prodigios los indios presentes aceptaron cobijarse bajo la sombra protectora de la religión de aquellos. Los conquistadores decidieron y los indios aceptaron que el niño Jesús fuese el Santo Patrono del nuevo Pueblo del Dulce Nombre de Jesús. Después que se construyó el templo, las santas imágenes fueron colocados en el altar mayor y en una hornacina del altar de la virgen de Natividad. Tayta niño tiene abundantes alhajas de oro y plata y ricas vestiduras de terciopelo, mientras tayta conquishta hallada en el pantano sigue luciendo únicamente su tierna sonrosada y pura desnudez infantil, hasta la actualidad.

(*). Boletín de la Comunidad de Jesús en sus 416° años de fundación (1572-1988).